domingo, 26 de julio de 2009
Mercado, capitalismo y socialismo
Es conveniente establecer una síntesis respecto del capitalismo y de sus posibles distorsiones, por cuanto existen diferencias notables entre ellos. En primer lugar tenemos la economía de mercado, que vendría a ser el modelo ideal al cual debería orientarse toda sociedad por cuanto es el que mejores resultados ha dado, en todos los aspectos posibles:
Economía de mercado = Trabajo + Ahorro Productivo + Ética natural.
Si bien la predisposición al trabajo y al ahorro ya implica una base ética elemental, debe buscarse, además, un beneficio simultáneo entre todas las partes intervinientes en procesos de tipo productivo, comercial y, en general, económico.
Empresarios, accionistas, empleados y clientes son las partes que intervienen en estos procesos y deben buscarse las condiciones que sean favorables a todos ellos en forma simultánea.
Una de las distorsiones posibles es el “capitalismo empresarial”, el cual ocurre cuando el empresario tiene como objetivo la optimización de sus propias ganancias considerando con poco o ningún interés los beneficios para los demás sectores de la economía:
Capitalismo empresarial (Optimización de ganancias a partir de la producción)
Una variante aparecida recientemente es la del “capitalismo financiero”, que poco tiene que ver con la producción ya que sólo busca ganancias a través de la compra y de la venta de acciones y títulos. Es posible que esta práctica sea el principal factor que favorece la aparición de las crisis financieras, como la del 2008.
Si bien no existe una línea netamente marcada que separa inversión de especulación, se estima que la venta de una acción unas cien veces por año implica inversión, mientras que si se vende una cien veces por semana, es especulación.
Capitalismo financiero (Optimización de ganancias a partir de la especulación)
Finalmente tenemos el ya conocido “capitalismo estatal” en el cual, mediante la expropiación de los medios de producción, se establece un monopolio estatal que reemplaza al mercado por la planificación, llevada a cabo por un reducido número de dirigentes políticos.
Capitalismo estatal (Monopolio y poder absoluto del Estado)
Muchas veces se ha dicho que el “socialismo” nunca se aplicó en la URSS ni en cualquier otro lugar. Esto se explica porque en los escritos de Marx se sugiere, luego de la revolución o guerra civil, la expropiación de los medios de producción. Una vez establecido el capitalismo estatal, vendría (en teoría) la etapa del socialismo (o comunismo) con la “desaparición del Estado”. Esta transición es muy difícil de imaginar, porque la propiedad es del Estado o es privada o es mixta. De ahí que nunca se llegó al socialismo por cuanto no es posible su existencia real, y es sólo una sociedad utópica imaginada por Marx.
Todavía hay intelectuales que siguen considerando al socialismo como una gran meta o una gran idea. Quizás la única explicación de esta actitud sea la de una profunda creencia, de tipo religioso, que profesan los seguidores de Marx, o bien se explica por la existencia de quienes encuentran en sus escritos una ideología que les permitirá tomar el poder absoluto estableciendo una sociedad totalitaria de la cual ya hemos tenido muchos ejemplos.
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